domingo, 13 de marzo de 2011

Retorna la normalidad al Pacífico americano, pero se mantiene la vigilancia

Bogotá, 12 mar (EFE).- La normalidad comenzó hoy a volver a América, donde cientos de miles de personas evacuadas retornan a sus hogares, tras levantarse las alertas emitidas el viernes ante el tsunami originado por el terremoto en Japón, que llegó al litoral Pacífico del continente con olas menores y sin causar daños de importancia.

Sin embargo, en varias naciones se recomendó mantener medidas preventivas en las actividades portuarias y pesqueras ante posibles alteraciones en el nivel del mar después del terremoto de 8,8 grados en la escala de Richter que sacudió ayer a Japón.

El último país de América en levantar en todo su territorio la alarma de tsunami fue Chile, donde los efectos se sintieron durante la madrugada de hoy en forma de marejadas e inundaciones menores en algunos puntos del litoral que no causaron heridos ni daños de gravedad, según las autoridades.

Diversos medios locales cifran en unas 650.000 las personas que fueron evacuadas desde la tarde del viernes en todo el país ante las variaciones en el nivel medio del mar.

"Quiero pedirles a todos los chilenos que debieron evacuar sus hogares que regresen con la misma calma y tranquilidad que debieron abandonarlos", pidió el presidente Sebastián Piñera, quien destacó la operación, que puso a prueba la respuesta del país ante una emergencia, luego de la fallida alerta de tsunami en Chile del 27 de febrero de 2010, que costó la vida a 126 personas.

Previamente, la Dirección de Hidrografía de Perú, donde el fuerte oleaje que se registró anoche en algunas playas invadió viviendas y comercios en al menos dos puntos de la costa, había levantado su alerta de tsunami, aunque señaló que en los próximos dos días pueden registrarse olas anómalas.

"Se recomienda adoptar medidas preventivas para las actividades portuarias, pesqueras, deportivas y de recreo", explicó la entidad.

En Ecuador, el presidente Rafael Correa derogó hoy el estado de excepción, que declaró ayer en zonas costeras y en las islas Galápagos, y la estatal petrolera anunció la reanudación de las exportaciones de crudo, suspendidas por la alerta de tsunami, levantada cerca de la medianoche del viernes.

En ese país, la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos explicó que el tsunami causó "un impacto menor", salvo pequeñas inundaciones y daños leves en la provincia de Galápagos, e indicó que hasta esta tarde terminarán las operaciones de retorno de las 242.678 personas que fueron evacuadas de las zonas costeras.

Prácticamente toda la costa oeste de América, desde Canadá hasta Chile, emitió el viernes alertas ante la posibilidad de que, tras el terremoto en Japón, grandes olas pusieran en riesgo a las poblaciones del litoral Pacífico.

Sin embargo, la mayoría de estos países retiró las alertas luego de que las olas llegaron con menor fuerza de lo esperado.

Así, en las últimas horas del día de ayer, la Agencia Estadounidense para los Océanos canceló su alerta para los estados de Oregón y Washington, en Estados Unidos, y la provincia canadiense de Columbia Británica.

Pese a las advertencias de las autoridades que pedían a la población que se alejara de las playas y los puertos, EE.UU. registra por ahora las únicas víctimas americanas, luego de que el oleaje arrastrara a cinco curiosos en la costa oeste que se acercaron a ver de primera mano la anunciada llegada del tsunami.

Cuatro de ellos fueron rescatados en Oregón y uno continúa desaparecido en el norte de California, donde fue declarado el estado de emergencia para cuatro condados afectados por el oleaje, cuyo impacto dejó numerosos destrozos en puertos y playas.

En México también fue levantada anoche la alerta emitida tras la amenaza de que el tsunami generado en Japón afectaría las costas del Pacífico.

Según un comunicado del Ministerio del Interior, la elevación del mar generó algunas situaciones poco comunes, pero que "no representaron ninguna amenaza para la población, sus bienes y la infraestructura".

Los temores iniciales se disiparon al comprobarse que la mayor altura registrada en las primeras olas llegadas el viernes al territorio americano (isla hawaiana de Kauai) fue de un metro, mientras algunos puntos de Big Island y Maui experimentaron inundaciones cuando ondulaciones de 2 metros golpearon la costa.

Tras Hawai, el tsunami llegó a territorio latinoamericano por México, y a continuación alcanzó las costas de los países centroamericanos y suramericanos, con efectos que, en su mayoría, resultaron menores de lo esperado.

Por ello, Panamá, Costa Rica, Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua también suspendieron sus avisos preventivos ayer, después de que las autoridades constataran que el efecto se limitó a unas casi imperceptibles olas en sus costas.

En tanto, en Colombia las olas llegaron a las costas del Pacífico, pero como se preveía no fueron fuertes y pasaron prácticamente imperceptibles, según las autoridades.

El presidente Juan Manuel Santos, quien se declaró hoy conmovido por la tragedia que vive Japón, felicitó a los gobernantes de los departamentos de Nariño, Cauca, Valle del Cauca y Chocó por la respuesta a las alertas lanzadas ante el tsunami.

Superada la alarma regional, el Gobierno de México anunció el envío a Japón de una brigada de especialistas en búsqueda y rescate de personas.

EE.UU., por su parte, informó que la primera parte de la ayuda militar y civil prometida por ese país comenzó hoy a llegar a la nación asiática, y más asistencia, en forma de buques, soldados, expertos, equipamientos y personal de búsqueda y de rescate arribará a partir de mañana.

Según el último cómputo oficial, la tragedia en Japón deja 620 muertos y 650 desaparecidos, aunque los medios locales los incrementan hasta 1.700 víctimas confirmadas.

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