martes, 28 de junio de 2011

La guerra contra el narcotráfico desde las entrañas de la selva peruana

Los soldados peruanos queman un laboratorio de cocaína. | Flor Ruiz

Fuente: El Mundo


Había pasado un buen rato desde que el teniente L. y sus hombres se internaron en la quebrada de Chuimacota, para destruir un laboratorio de producción de cocaína. Había parado de llover pero entre las nubes resonaban, destemplados, los truenos. ¿O los disparos, más bien?
Unas horas antes, el helicóptero militar en que veníamos descendió en el claro de bosque donde se hallaba el campamento provisional del Batallón B de Infantería, una de las fuerzas de élite que participan en la lucha contra el narcotráfico.
El oficial en cuestión nos preguntó qué tal había sido el vuelo y si habíamos disfrutado del paisaje. Era evidente por el verdor de las caras, que la mayoría de los pasajeros nos habíamos mareado con el fuerte vaivén del aparato y el olor a combustible de la cabina.
Una vez en tierra, los periodistas quedamos bajo el cuidado de otro oficial, que también resultó ser una persona agradable, pero de pocas palabras. La bruma que cubría el valle se disipó y una nube de mosquitos tomó el relevo sin que supiéramos nada de la patrulla. "No se preocupen. Ya vendrán", decía el lacónico militar a cargo de la retaguardia.
Cada tanto, el ejército peruano invita a la prensa al Valle del río Apurímac-Ene (VRAE), una de las regiones donde se concentran las plantaciones de coca y se produce cerca de la mitad de la cocaína peruana que sale a Estados Unidos y Europa. Son visitas seguras pues los organizadores se cercioran de que no merodeen por la zona los remanentes de Sendero Luminoso, el grupo terrorista que en los años 80 quiso tomar el poder y que ahora se dedica al negocio de los estupefacientes.
De la maraña del bosque surgió una humareda espesa y el aire se llenó de un olor a goma quemada. Acto seguido apareció el oficial que nos llevaría hasta el laboratorio que no era la construcción sólida que imaginábamos sino una barraca de tablas y un galpón que ardía en llamas. Los soldados arrojaban a la fogata sacos de urea y de cal, junto con envases de amoníaco u otros insumos que se utilizan para producir la cocaína.
Luego taparon con tierra la poza de maceración donde las hojas de coca son puestas en barbecho y mezcladas con gasolina. Se incautaron algunas armas, prueba de que los cocaleros habían huido precipitadamente al escuchar el ruido del helicóptero. Una sección de la patrulla fue a rastrillar el contorno pensando que los fugitivos no podían estar lejos.
El teniente contemplaba la quemazón con un gesto neutro. Desde que en el 2008 se formó el Comando Especial del VRAE, L. había participado en incontables operativos como este y en no pocos enfrentamientos armados. La guerra que se libra en el VRAE, el Alto Huallaga y en resto de las zonas cocaleras es una guerra de desgaste.
La idea es cortar las vías de aprovisionamiento de los narcotraficantes, eliminar los insumos y erradicar los cocales, hasta que las pérdidas de los narcos superen las ganancias. De forma simultánea se intenta acrecentar la presencia del estado, llevando ayuda financiera a los pobladores, prestándoles asistencia médica y construyendo escuelas para sus hijos.
La tarea no es fácil, pues en el 2010, Perú llegó a tener 61.200 hectáreas de coca y a producir 300 toneladas de cocaína. Colombia logró reducir el área de cultivos a 57.000 hectáreas –un 8% menos que en el 2009- y la producción del estupefaciente a 350 toneladas. Las estadísticas indican que el 60% de la cocaína que se consume en el mundo proviene de ambos países.
Con 10 años de servicio a cuestas, el teniente ha aprendido que la batalla no se gana por 'Knockout'. El 5 de junio, otra patrulla del Comando Especial perdió a cinco efectivos en una emboscada de Sendero Luminoso.
"Fue un golpe doloroso, pero ya tomamos nuevamente la iniciativa. En líneas generales, la estrategia consiste en ponerlos a la defensiva y lo estamos logrando. Hace un par de años los laboratorios contaban hasta con un espacio para ver la tele. Ahora no alcanzan a poner cuatro tablas cuando les caímos encima", afirma L.
Mientras que la tropa se apronta para dirigirse a un nuevo objetivo. El mismo oficial que nos fue a buscar nos llevaría de regreso al helicóptero no sin que antes el teniente garabateara una receta para el mareo. Una pastilla de dramamine poco antes de abordar y resuelto el problema.

lunes, 27 de junio de 2011

Aymaras levantan paro y dan tregua a Humala

Aymaras levantan paro y dan tregua a Humala
Tránsito en frontera con Bolivia se normalizó luego de 41 días de bloqueo. Decisión fue tomada al lograr la solución del 70 por ciento de sus demandas. Darán unatregua de 30 días a Ollanta Humala para que atienda el resto.
Liubomir Fernández-Elizabeth Prado.
Después de conseguir que el gobierno solucione el setenta por ciento de sus demandas, los pobladores aymaras decidieron levantar la huelga indefinida que iniciaron el 9 de mayo para exigir la derogatoria del Decreto Supremo 083, que otorgaba concesión minera a laempresa Santa Ana, además de solicitar que se anulen todas lasconcesiones en el sur de Puno.
Como resultado de ello, el puente internacional de Desaguadero fue reabierto al mediodía después de 41 días de paralización.
Los manifestantes que tenían el control sobre esta vía procedieron a concentrarse en la plaza de esta ciudad en espera del retorno del dirigente Walter Aduviri para que les informe detalladamente sobre la gestión que cumplió en la mesa de diálogo con el gobierno.
Miles de pobladores de Ilave, Ácora Juli reunidos allí reconocieron la labor cumplida por Aduviri junto al medio centenar de representantes de base que también intervinieron en el trato.
El recibimiento fue apoteósico. Bandas de músicos y cohetones dieron elmarco festivo al acto.
Frente a la multitud de comuneros, Aduviri explicó las razones que lo llevaron a reunirse con el líder etnocacerista Antauro Humala en el penal de Piedras Gordas.
Afirmó que su único interés era acercarse al presidente electo Ollanta Humala, y que gracias a la visita al etnocacerista se reunió con Isaac Humala, patriarca de esa familia.
“A él (Isaac Humala) le hemos dicho que en la zona aymara no se permitirán la minería ni la actividad petrolera”, recalcó en la plaza de Desaguadero.
El líder campesino reveló haber exigido al padre del electo presidente se reconozca a la nación aymara con una norma especial y también seconstituya la universidad aymara.
Plazo al gobierno de Humala
Walter Aduviri señaló que el 30% de sus demandas por solucionar deberán ser resueltas en el gobierno de Ollanta Humala.
Refirió que el decreto 083 quedó sin efecto y se hizo ajustes a la aplicación del Convenio 169 de la OIT, pero está pendiente la cancelación de todas las concesiones en esta parte de la región.
Energía y Minas debe pasarnos una copia fedateada de los actuados sobre las 600 concesiones que existen en el sur de Puno para evaluar el procedimiento que siguieron. Esto está pendiente y el próximo gobierno de Ollanta Humala tiene la tarea de solucionar el problema”, afirmó el dirigente.
También dijo que las comunidades aymaras movilizadas para exigir reivindicaciones entrarán en un cuarto intermedio, y a partir del 30 de julio darán una tregua de un mes al presidente entrante para queatienda lo que aún queda por resolver.
“Le daremos un plazo que se cumplirá el 30 de agosto para que trabaje este caso y el Congreso saque la Ley de Consulta”, precisó.
Reestructuración del sector
Walter Aduviri consideró que al Ejecutivo le falta mucho por trabajar en materia social.
“Nosotros recomendamos al gobierno de Ollanta Humala que reestructure la Oficina de Prevención de Conflictos Sociales que no sirve para nada. Igual con Energía y Minas, donde parece que la corrupción ha primado”, afirmó.
También señaló que la oficina que evalúa los Estudios de Impacto Ambiental debe ser un ente independiente no vinculado al Minem. 
“No vamos a permitir la corrupción. Si en el próximo gobierno elMinisterio de Energía y Minas y la Oficina de Conflictos siguen como están hasta ahora, bueno... no sé qué le espera a Ollanta Humala”, anotó el dirigente.
Chehade: “No hay necesidad de amenazas”
El electo vicepresidente de la República, Omar Chehade, sostuvo que el actual gobierno quiere aplicar la política del “pato rengo” para cojear en los últimos días de mandato cuando ya se eligió al nuevo presidente.
En ese sentido, exhortó al presidente Alan García a asumir responsabilidades en los últimos 30 días que le quedan en el poder.
Sobre las exigencias del dirigente aymara Walter Aduviri, quien aseguró que darían 30 días de tregua al próximo gobierno, Chehade señaló que cumplirán su promesa de primar el diálogo.
“No hay necesidad de amenazas, en nuestro gobierno no habrá más derramamiento de sangre”, dijo.

domingo, 19 de junio de 2011

Trovos Limeños (recuerdos de un magnífico viaje peruano)

Desde tierras españolas
tras doce horas de vuelo
persiguiendo el Sol de Lima
llegamos a su aeropuerto.

Recogimos las maletas,
subimos al autocar
y nos largamos veloces
al circuito de Inkacar.

Cual Fernando Alonso patrio
en Montecarlo limeño
sorteábamos el tráfico
con arrojo y con empeño.

¡Qué rebufos, qué adelantos,
qué apuradas de frenada!
Nuestro chofer parecía
reencarnado en Nikki Lauda.

Así llegamos volando
a San Isidro, al Meliá,
con la hora cambiada
y empanada de jet-lag.

Ello no impidió que algunos
en la noche triunfaran,
el Comando Bob Esponja
de la marcha peruana.

¡48 horas señores!
al pie del cañón, vencieron
alentados por su ardor
y pisco-sour guerrero.

El día siguiente fue
el de la historia y belleza
un tiempo para admirar
en Lima antigua y eterna.

Tiempo de risa y yantar
con colegas y familias
con amigos peruanos
al son del mar y la brisa.

¡Qué riquísimo ceviche,
qué deliciosas las causas,
qué sabrosa está la carne
y qué buenas son las papas!

Vinieron después visitas
a los hermanos de armas
que nos abrieron sus puertas,
Ejército, Aire, Armada.

Y vimos un país pujante
que con determinación avanza,
un prometedor futuro
con orgullo y esperanza.

Así que, gracias, amigos,
por calidez y atención
permítanme que recuerde
el himno de su nación.

“Que seamos siempre libres
y antes niegue sus luces el Sol
que faltemos al voto solemne
que la Patria al Eterno elevó”.

Y con esa sola voz
que estos días nos hermana
pido que griten conmigo
¡Viva el Perú y Viva España!

La derrota del fascismo

Artículo de Mario Vargas Llosa en El País.



La victoria de Ollanta Humala en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, el último 5 de junio, ha salvado al Perú de la instalación de una dictadura que, amparada por una mayoría electoral, hubiera exonerado al régimen de Fujimori y Montesinos (1990-2000) de los crímenes y robos que cometió, así como de los atropellos a la Constitución y a las leyes que marcaron ese decenio. Y hubiera devuelto al poder a los 77 civiles y militares que, por delitos perpetrados en esos años, cumplen prisión o se encuentran procesados. Por la más pacífica y civilizada de las formas -un proceso electoral- el fascismo hubiera resucitado en el Perú.

      La noticia en otros webs

      Es triste la alineación con la opción de la dictadura de la gente más próspera y educada
      Si Humala es consecuente, podemos tener en Perú una izquierda como en Chile, Uruguay y Brasil
      "Fascismo" es una palabra que ha sido usada con tanta ligereza por la izquierda, más como un conjuro o un insulto contra el adversario que como un concepto político preciso, que a muchos parecerá una etiqueta sin mayor significación para designar a una típica dictadura tercermundista. No lo fue, sino algo más profundo, complejo y totalizador que esos tradicionales golpes de Estado en que un caudillo moviliza los cuarteles, trepa al poder, se llena los bolsillos y los de sus compinches, hasta que, repelido por un país esquilmado hasta la ruina, se da a la fuga.
      El régimen de Fujimori y Montesinos -da vergüenza decirlo- fue popular. Contó con la solidaridad de la clase empresarial por su política de libre mercado y la bonanza que trajo la subida de los precios de las materias primas, y de amplios sectores de las clases medias por los golpes asestados a Sendero Luminoso y al Movimiento Revolucionario Túpac Amaru, cuyas acciones terroristas -apagones, secuestros, cupos, bombas, asesinatos- las tenían en la inseguridad y el pánico. Sectores rurales y lumpen fueron ganados mediante políticas asistencialistas de repartos y dádivas. Quienes denunciaron los atropellos a los derechos humanos, las torturas, desapariciones y aniquilamiento masivo de campesinos, trabajadores y estudiantes acusados (falsamente en la mayoría de los casos) de colaborar con el terrorismo, fueron perseguidos e intimidados, y sufrieron toda clase de represalias. Montesinos prohijó una floración de una "prensa chicha" inmunda, cuya razón de ser era hundir en el oprobio a los opositores mediante escándalos fabricados.
      Los medios de comunicación fueron sobornados, extorsionados y neutralizados, de modo que el régimen sólo contó con una oposición en la prensa minimizada y en sordina, la necesaria para jactarse de respetar la libertad de crítica. Periodistas y dueños de medios de comunicación eran convocados por Montesinos a su oscura cueva del Servicio de Inteligencia, donde no sólo se les pagaba su complicidad con bolsas de dólares, también se les filmaba a escondidas para que quedaran pruebas gráficas de su vileza. Por allí pasaban empresarios, jueces, políticos, militares, periodistas, representantes de todo el espectro profesional y social. Todos salían con su regalo bajo el brazo, encanallados y contentos.
      La Constitución y las leyes fueron adaptadas a las necesidades del dictador, a fin de que él y sus cómplices parlamentarios pudieran reelegirse con comodidad. Las pillerías no tenían límite y llegaron a batir todas las marcas de la historia peruana de la corrupción. Ventas de armas ilícitas, negocios con narcotraficantes a quienes la dictadura abrió de par en par las puertas de la selva para que sus avionetas vinieran a llevarse la pasta básica de cocaína, comisiones elevadas en todas las grandes operaciones comerciales e industriales, hasta sumar en 10 años de impunidad la asombrosa suma de unos 6.000 millones de dólares, según cálculos de la Procuraduría que, al volver la democracia, investigó los tráficos ilícitos durante el decenio.
      Esto es, en apretado resumen, lo que iba a retornar al Perú con los votos de los peruanos si ganaba las elecciones la señora Keiko Fujimori. Es decir, el fascismo del siglo XXI. Éste ya no se encarna en svásticas, saludo imperial, paso de ganso y un caudillo histérico vomitando injurias racistas en lo alto de una tribuna. Sino, exactamente, en lo que representó en el Perú, de 1990 a 2000, el gobierno de Fujimori. Una pandilla de desalmados voraces que, aliados con empresarios sin moral, periodistas canallas, pistoleros y sicarios, y la ignorancia de amplios sectores de la sociedad, instala un régimen de intimidación, brutalidad, demagogia, soborno y corrupción, que, simulando garantizar la paz social, se eterniza en el poder.
      El triunfo de Ollanta Humala ha mostrado que todavía quedaba en el Perú una mayoría no maleada por tantos años de iniquidad y perversión de los valores cívicos. Que esta mayoría fuera apenas de tres puntos pone los pelos de punta, pues indica que las bases de sustentación de la democracia son muy débiles y que hay en el país casi una mitad de electores que prefiere vivir bajo una satrapía que en libertad. Es una de las grandes tareas que tiene ahora en sus manos el gobierno de Humala. La regeneración moral y política de una nación a la que, el terrorismo de un lado y, del otro, una dictadura integral, han conducido a tal extravío ideológico que buena parte de él añora el régimen autoritario que padeció durante 10 años.
      Un rasgo particularmente triste de esta campaña electoral ha sido la alineación con la opción de la dictadura del llamado sector A, es decir, la gente más próspera y mejor educada del Perú, la que pasó por los excelentes colegios donde se aprende el inglés, la que envía a sus hijos a estudiar a Estados Unidos, esa "elite" convencida de que la cultura cabe en dos palabras: whisky y Miami. Aterrados con los embustes que fabricaron sus propios diarios, radios y canales de televisión, que Ollanta Humala reproduciría en el Perú la política de estatizaciones e intervencionismo económico que ha arruinado a Venezuela, desencadenaron una campaña de intoxicación, calumnias e infamias indescriptibles para cerrarle el paso al candidato de Gana Perú, que incluyó, por supuesto, despidos y amenazas a los periodistas más independientes y capaces. Que éstos, sin dejarse amedrentar, resistieran las amenazas y lucharan, poniendo en juego su supervivencia profesional, para abrir resquicios en los medios donde pudiera expresarse el adversario, ha sido uno de los hechos más dignos de esta campaña (por ejemplo, destaco la labor realizada por la publicación digital La Mula). Así como fue uno de los más indignos el papel desempeñado en ella por el arzobispo de Lima, el cardenal Cipriani, del Opus Dei, uno de los pilares de la dictadura fujimontesinista, que me honró haciendo leer en los púlpitos de las iglesias de Lima, en la misa del domingo, un panfleto atacándome por haberlo denunciado de callar cuando Fujimori hacía esterilizar, engañándolas, a cerca de 300.000 campesinas, muchas de las cuales murieron desangradas en esa infame operación.
      ¿Y ahora, qué va a pasar? Leo en El Comercio, el diario del grupo que superó todas las formas de la infamia en su campaña contra Ollanta Humala, un editorial escrito con gran moderación y, se diría, con entusiasmo, por la política económica que se propone aplicar el nuevo presidente, la que ha sido celebrada también, en un programa televisivo, por directivos de la confederación de empresarios, uno de los cuales afirmó: "En el Perú lo que falta es una política social". ¿Qué ha ocurrido para que todos se volvieran humalistas de pronto? El nuevo presidente sólo ha repetido en estos días lo que dijo a lo largo de toda su campaña: que respetaría las empresas y las políticas de mercado, que su modelo no era Venezuela sino Brasil, pues sabía muy bien que el desarrollo debía continuar para que la lucha contra la pobreza y la exclusión fuera eficaz. Desde luego, es preferible que los nostálgicos de la dictadura escondan ahora los colmillos y ronroneen, cariñosos, a las puertas del nuevo gobierno. Pero no hay que tomarlos en serio. Su visión es pequeñita, mezquina e interesada, como lo demostraron en estos últimos meses. Y, sobre todo, no hay que creerles cuando hablan de libertad y democracia, palabras a las que sólo recurren cuando se sienten amenazados. El sistema de libre empresa y de mercado vale más que ellos y por eso el nuevo gobierno debe mantenerlo y perfeccionarlo, abriéndolo a nuevos empresarios, que entiendan por fin y para siempre que la libertad económica no es separable de la libertad política y de la libertad social, y que la igualdad de oportunidades es un principio irrenunciable en todo sistema genuinamente democrático. Si el gobierno de Ollanta Humala lo entiende así y procede en consecuencia por fin tendremos, como en Chile, Uruguay y Brasil, una izquierda genuinamente democrática y liberal y el Perú no volverá a correr el riesgo que ha corrido en estos meses, de volver a empantanarse en el atraso y la barbarie de una dictadura.

      lunes, 6 de junio de 2011

      Suspendida la Bolsa de Lima cuando caía el 8,7% el día después de la elección de Humala

      Fuente: ABC

      La Bolsa de Valores de Lima fue suspendida hoy pocos minutos después de la apertura tras caer un 8,71%, un desplome que los operadores consideran una reacción a la elección del nacionalista Ollanta Humala como presidente del Perú.

      El Índice General (IGBVL), principal indicador que mide el desempeño de las 36 empresas de mayor importancia en el parqué limeño, registraba un descenso de 1.848,9 enteros hasta alcanzar 19.378,78 puntos.

      En previsión de que el mercado continúe bajando, la Bolsa de Valores decidió suspender la negociación hasta las 10.00 hora local como medida de precaución.

      Hernando Pastor, de la casa de bolsa Kallpa Securities SAB, dijo que los inversores viven momentos de pánico y el mercado sólo espera que se den señales claras de que el país continuará con el actual modelo económico.

      Los sectores más perjudicados por la fuerte corriente vendedora fueron las mineras en etapa de exploración (-20,58%), industriales (-10,92%) y actividades diversas (-6,50%). En el mercado solo se registraron 48 operaciones que sumaron un volumen de negocios de 590.715 nuevos soles, equivalentes a 213.795 dólares.

      Aumenta la ventaja de Humala

      El nacionalista Ollanta Humala ha aumentado su ventaja con el 88,3% de los votos escrutados de las elecciones presidenciales de Perú al obtener el 51,2% de los sufragios frente al 48,7% de su rival, Keiko Fujimori, según el último informe de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE).

      El candidato de Gana Perú ha logrado por el momento 7,1 millones de votos y Fujimori, 6,7 millones. En las últimas horas se han sumado las actas electorales de las regiones más alejadas de Perú, en las que Humala se ha impuesto por amplio margen frente a Keiko Fujimori, que tenía mayor respaldo en Lima y otras capitales de la costa.

      domingo, 5 de junio de 2011

      Los sondeos a pie de urna dan una ventaja de entre tres y cinco puntos a Ollanta

      Fuente: ABC

      Perú aguarda la confirmación oficial en las urnas de los sondeos preliminares. Estos señalan, con con cuatro puntos de ventaja, a una posible victoria del nacionalista Ollanta Humala (Gana Perú). La hija de Alberto Fujimori, Keiko Sofía, (Fuerza 2011) confiaba en el voto del exterior para lograr el triunfo y heredar el poder que un día tuvo su padre.

      La Universidad Católica, así como las consultoras, CPI, Datum y Apoyo, arriesgaban una ventaja previa de entre menos de un punto y casi cuatro a favor del ex coronel del Ejército que, ayer por segunda vez, trataba de alcanzar la Presidencia del país. La renovación de Ollanta Humala, o actualización acorde a los tiempos, parece haber surtido efecto en un electorado hasta ahora resistente a su discurso. Unos de los lastres que más trabajo le costó soltar a Humala fue su identificación con Hugo Chávez, «un cuchillo ya usado», en palabras de Fernando Tuesta (Universidad Católica).

      El apoyo en esta segunda vuelta de Mario Vargas Llosa, que encabezó un frente común de intelectuales al que se sumo el ex presidente Alejandro Toledo, supuso para él un espaldarazo importante. «Este respaldo le permitió arrancar votos de los sectores sociales más altos. Quizás equivalga a un punto», observa Manuel Torrado, de la firma Datum. El cambio de imagen fue otro de los factores que colaboró para que el ultranacionalista reciclado lograse la confianza de los electores pero la clave de su éxito —a falta de datos oficiales y aunque terminara derrotado— posiblemente fuera el rechazo que generaba la candidatura de Keiko Fujimori identificada con la corrupción, abusos y crímenes del Gobierno de su padre (1990-2000).

      Sin escrutinio definitivo la candidata de Fuerza 2011 pedía hoy «tranquilidad, paciencia y responsabilidad». La mayor de las hijas del ex presidente, preso por crímenes de lesa humanidad, no tiraba la toalla. Tenía los ojos puestos en los 754. 154 peruanos con derecho a voto que viven en el exterior. En primer lugar, Estados Unidos con 241.000 y España con 123.931. En Perú votaban veinte millones de personas.

      Mientras Humala se rodeó de un equipo de campaña sólido, con asesores del PT de Brasil, Keiko Fujimori ofrecía una imagen de orfandad formidable. En los viajes al interior apenas la seguía su jefe de prensa y algún fotógrafo de «Keiko Press». La ex primera dama no recibía informes diarios de la prensa nacional e internacional. «A ella le gusta caminar la calle y sentir el pulso de la gente», confiaba a ABC Alexei Toledo, responsable de las relaciones con los medios de comunicación.

      sábado, 4 de junio de 2011

      Ollanta se apoya en Vargas Llosa y Keiko en Kuzcinsky

      Fuente: ABC

      n dos rincones diferentes de Lima se libró el penúltimo combate a la Presidencia de Perú. El último será el domingo en las urnas. En el cierre de campaña el nacionalista Ollanta Humala (Gana Perú) se blindó con el ex presidente Alejandro Toledo y Alvaro Vargas Llosa. Su fuerte fue recordar los abusos de la era Fujimori y garantizar justicia social. Su punto flaco, una confesión: Impulsará la figura del referéndum revocatorio de los mandatos públicos, incluido el de Presidente. Entre líneas, la traducción es: cambiaré la Constitución.

      Por su lado, Keiko, la hija de Alberto Fujimori (Fuerza 2011) puso por delante al ex ministro y economista Pedro Pablo Kuzcinsky (PPK) y a Máximo San Román, ex vicepresidente de Fujimori que se opuso al autogolpe de 1992. El mensaje de la candidata era para los que temen un Gobierno suyo de atropello y violaciones a los derechos humanos. También, para garantizar la estabilidad económica del país.